viernes, 30 de octubre de 2015

Me sabe a rencor

En la la clase de lengua, a partir de la lectura del texto "La lengua" de Horacio Quiroga y "El tonel de amontillado" de Edgar Allan Poe, fuimos designados, en parejas (en mi caso con mi compañera Agustina Rivarola), la producción de un texto que, entre otras cosas, expusiera las similitudes y diferencias de ambos textos, las características de los un tanto particulares personajes, el lugar y tiempo en el que los relatos tomaron presencia, etcétera. Aquí se los comparto:

  Es conocido en la literatura que Horacio Quiroga era un fiel admirador de Edgar Allan Poe, es por eso que podemos observar cómo rasgos de la escritura de Poe son plasmados en la de Quiroga. Logramos notar que en “La lengua”, parece que Quiroga, en cierto modo, busca inspiración en la estructura y en la temática de “El tonel de amontillado” de Poe, ya que ambas historias tratan de hombres con casos psicopatológicos en su búsqueda de venganza.
El protagonista en la historia de Poe, Montresor, tiene una historia con la venganza que ya viene como herencia familiar. Un ejemplo de esto es su lema familiar “Nemo me impune lacessit” que en español significa “Nadie me ofende impunemente”; o su logo, el cual está representado por un pie humano siendo mordido por una serpiente a la que está pisando. Este escudo posee dos interpretaciones: por un lado, que la serpiente está mordiendo al humano porque éste la está pisando, o por el otro, que el hombre está pisando a la serpiente porque ésta lo está mordiendo. Sin embargo, ambas tienen una referencia a la venganza. Asimismo, el personaje principal de “La lengua” era un dentista de alta reputación, la cual se había visto afectada por las calumnias esparcidas por un paciente y amigo suyo. En venganza, el dentista decide cortarle la lengua a éste y, perdiendo la cordura y comenzando a alucinar, termina matando al paciente. Ambas historias tratan de una descabellada y loca venganza llevada a cabo por dos hombres en ese mismo estado. En conjunto, las dos historias se encuentran narradas en primera persona, por hombres que padecen de locura.

En lo que incumbe al lugar y tiempo en el que son narradas, los dos relatos poseen diferencias, ya que “La lengua” de Horacio Quiroga se da en un consultorio odontológico en tiempos actuales, mientras que “El tonel de amontillado” de Edgar Allan Poe, toma lugar en Italia en tiempos que no podemos identificar, pero que sí nos dan, teniendo en cuenta las costumbres, el habla y  la vivencia en los palacios, una atmósfera y un aire antiquísimo.
Teniendo todo esto en cuenta, nos parece que fue más de nuestro agrado “El tonel de amontillado”, gracias a que la lectura de éste se nos hizo más atractiva, y a su beneficio poseía un mayor desarrollo de la historia y de los personajes, permitiéndonos “entender” con mayor claridad que en “La lengua”, la locura de su personaje principal. Sin embargo, pensamos que el relato de Quiroga logra transmitirle al lector a un grado mayor la locura de su protagonista.

1 comentario:

  1. ¡Impecable!
    Su entrada es muy completa y la redacción es excelente. Detallaron aspectos que enriquecen el análisis, como las dos interpretaciones del escudo de los Montresor.
    Felicitaciones por este trabajo.

    10 (diez)

    ResponderBorrar